Se presenta la película El dios de madera de Vicente Molina Foix, con su director y cuatro de los actores principales: Marisa Paredes, Nao Albet, Soufianne Ouaarab y Mamady Diocu.
Ante todo, su director nos describe la
película como una fábula de la llegada del nuevo mundo al viejo
mundo. De una sociedad con unos valores milenarios que se enfrenta a
un cambio por la convivencia con otras culturas. Al director le
interesa que las películas tengan un punto de vista, y en este caso
lo ha situado en el inmigrante senegalés que protagoniza la
película.
La película se basa en un cuento suyo
titulado Satsuma, que formaba parte de un conjunto de relatos de
contenido social para médicos sin fronteras. Aún así, el director
no considera que sea una película social, aunque sí tiene un
contenido social. Parte de este cuento suyo, pero tiene muy claro
que no quiere adaptar sus propias novelas, pues ese trabajo ya lo ha
hecho.
El protagonista, es realmente un
inmigrante que aún hoy sigue trabajando vendiendo bolsos en la
calle. "Si vendiera películas no le hubiera contratado" bromea
Foix. Se le seleccionó después de un complicado casting. El
director le preguntó si hacía deporte, ya que el personaje debía
estar en forma y el actor realmente lo estaba. "Mi deporte es
correr delante de la policía" aseguró Mamady. Por otra parte
Marisa Paredes le advierte "Ni se te ocurra dejar los bolsos"
haciendo referencia a la poca estabilidad del trabajo del actor. Para la actriz ha sido una suerte poder
quitarse el mundo del glamour, que según ella le tiene un poco
cansada. Asegura que ya era hora de que las mujeres maduras pudieran
también tener sexo en el cine.
Sobre la cuestión de si a día de hoy
existe una integración de los inmigrantes, Soufianne Ouaarab,
el actor marroquí que lleva tiempo viviendo en España, lo tiene
claro: en absoluto. Para el actor, es muy necesario un cambio desde
la educación y sobre todo, desde la política.
Después de la rueda de prensa,
continuamos con una entrevista ya en un grupo reducido con el
director donde nos cuenta más sobre la película. Nos explica que no
ha querido desdramatizar y ha expuesto la situación de los
personajes de un modo crudo, sin dulcificarlo, con ese personaje
magrebí dispuesto a hacer muchas cosas para sobrevivir. Sin embargo,
sí quería presentarle como un personaje simpático, no un
aprovechado, que es sincero ante la situación que vive. En cuanto al
personaje de Marisa Paredes, la describe como alguien con una gran
coraza de barro que debe romper.
Sobre su doble profesión de escritor y
director, asegura que no podría elegir entre una y otra. "Hasta
ahora creía que estaba casado con la literatura y le ponía los
cuernos con el cine", después se ha dado cuenta de que mantiene
una relación estable con ambas disciplinas. "En este caso soy
bígamo". Ahora, cuando ya haya dejado respirar a su película
afrontará de nuevo un reto en el ámbito literario.
Confirma lo difícil que es hacer cine
en este país, y en general hacer cine, pues está acostumbrado a
trabajar sólo con su cabeza y un ordenador cuando escribe, mientras
que en el cine interviene mucha gente. "En el cine hay
accidentes".
Y así terminamos, con algo de prisa, poco tiempo y
muchas preguntas en el tintero, pero acercándonos un poco más a la
figura de Vicente Molina Foix.