Alex de la Iglesia: una buena opción


19 de Mayo de 2009
por Iñaki Ortiz

Aún está calentita la noticia: Alex de la Iglesia se presenta como candidato para presidir la academia de cine, tomando el relevo a Ángeles González-Sinde, nueva ministra de cultura. Que González-Sinde abandone la presidencia sería una noticia buenísima si no fuera porque ahora tiene un puesto aún más importante. Pero seamos constructivos, la cuestión ahora es quien va a ocupar su lugar.

Si yo fuera académico, mi voto estaría ya decidido, Alex de la Iglesia es una opción de esperanza. Hoy por hoy, la imagen del cine español, dentro de nuestras fronteras, está por los suelos. El hecho de que alguien proponga cambios, como así lo hace el bilbaíno, ya es una buena señal. No nos podemos permitir otra línea dentro de la misma actitud conformista y autocomplaciente.

El director busca, de entrada, conseguir el regreso de algunos cineastas que han dado la espalda a la academia. Y es que es una vergüenza que dos de nuestros mejores y más representativos directores, Jose Luis Garci y Pedro Almodóvar, ni siquiera formen parte en la academia. Parece que el nuevo candidato abriría un camino de regreso para ellos.

Trabajar con los distribuidores y exhibidores es otra de sus prioridades, y este es un punto esencial. El mayor problema de nuestro cine a día de hoy no es que falte talento, sino que ese talento no nos llega. Pensemos en el caso de Nacho Vigalondo y su interesantísima ópera prima, Los cronocrímenes. La película ha ganado premios fuera, ha conseguido distribución en muchos países y los americanos se han fijado en ella para un remake. Sin embargo, aquí apenas ha tenido repercusión. Las provincias que han podido proyectarla, más allá de Madrid y Barcelona, han tenido suerte. En Gipuzkoa duró exactamente una semana en cartel, un tiempo ridículo en el que es imposible medir el éxito cuando la gente de la calle ni siquiera ha tenido tiempo de saber que existe. Quien la ve en DVD ahora y la disfruta, se pregunta por qué no ha tenido la posibilidad de verla en cines, mientras que otras ofertas como las dichosas películas sin talento sobre la guerra civil agotan nuestra paciencia en cartel y en los medios.

3 días, Casual day... muchos son los ejemplos de buenas películas, algunas mejores que otras, que desaparecen tan sigilosamente como aparecieron. Es necesaria una distribución seria, con publicidad, con copias suficientes. Está claro que todavía el público español no está dispuesto a dar demasiadas oportunidades, pero hay que convencerle de que sí hay una variedad interesante en la oferta nacional. Se ha respondido muy bien a las fuertes campañas de Telecinco (Alatriste, El laberinto del fauno...). Sin llegar a tanto, es importante que el trabajo que se hace se dé a conocer.

Mientras no se aprecie este trabajo, nuestras jóvenes promesas seguirán marchándose a EEUU, donde su trabajo es reconocido y respetado. Confío en que Alex de la Iglesia tiene las ideas más claras que otros, como cineasta talentoso que ha sabido vender su producto. Asegura que intentará reconciliarse con los medios, algo absolutamente necesario. Debe comunicarse con los espectadores. Esperemos que no se atasque en uno de sus planteamientos, la lucha contra la piratería, ya que ahí no está el camino.

En definitiva, hace falta una mayor variedad, algo más que el drama social y la guerra civil, y que esa variedad, que realmente ya existe, llegue al público. Variedad y visibilidad. Y es necesario respetar a nuestros valores de talento, a los veteranos y a los jóvenes, aunque no se amolden al pensamiento único y al ombliguismo que a veces parece regir a los académicos. Si al público español se le ofrece humildemente buenos trabajos en lugar de intentar adoctrinarlo continuamente, seguramente responderá bien. Si no, seguiremos dependiendo de si Alejandro Amenábar estrena película.




Google+

comments powered by Disqus


Tags: Cine español



Últimos artículos
Desarrollado por Dinamo Webs
Creative Commons
Publicado bajo licencia
de Creative Commons