Kung Fury: Por fin una locura divertida


29 de Mayo de 2015
por Iñaki Ortiz

Vivimos en un tiempo en el que se compite por ver quién plantea la idea más disparatada y, en la mayoría de los casos, resulta en películas aburridísimas sin imaginación, más allá de su loca premisa. Un buen ejemplo de ello es Iron Sky, la película que parte de la idea de que los nazis estaban escondidos en la cara oculta de la luna. Fuera de su punto de partida, no había ninguna idea que sostuviera un transcurrir de gags de humor de actualidad. Podríamos decir lo mismo de las interminables variantes de tiburones fuera del agua o de los zombies castores. O de cualquier película de Noboru Iguchi.

Ese no es el caso de Kung Fury, una loquísima parodia-homenaje al cine de los 80, y a los videojuegos, y en general a todo lo que nos devuelva a aquellos años. El recuerdo de un tiempo que nunca existió, pero que sí vivimos. Solo dura media hora, así nos ahorra el relleno, y está cargado de detalles para que podamos verlo varias veces. Ahora paso a comentarlo un poco más, pero antes de nada, os lo dejo aquí para que lo veáis vosotros mismos. Es un proyecto hecho mediante crowdfunding y se ha publicado directamente en youtube, gratis. Eso sí, después de pasar por Cannes.

Que no me entere yo que le veis sin ponerlo a pantalla completa:

 

 

Miami 1985.

1985 es el año de Regreso al Futuro, una de las películas que mejor reflejan la actitud ochentera. Kung Fury va directa al grano. Skates, uzis que disparan sin esfuerzo, grandes casettes. La violencia gratuita y excesiva de entonces, repleta de explosiones sin sentido y muertes innecesarias -hasta un carrito de bebé ardiendo cruza la calle. Una presentación del héroe con música a lo Kenny G. En cada plano, el director David Sandberg vuelca todo el homenaje posible a las manías de la época. Cualquier detalle de arte en el que nos fijemos, tipografías, logos, tecnología, vestuario. Todo está cuidado con mimo. Y qué decir de la banda sonora, perfecta inmersión en el sintetizador más ochentero que, además, nos regala un temazo final con David Hasselhoff. Hay también hueco al heavy épico en plena época vikinga.

El argumento mezcla de forma imposible todos los tópicos: el héroe fantástico -y cool- experto en artes marciales, el jefe de policía enfadado, el compañero no deseado, la violencia callejera… en fin, está todo. Desde la estructura argumental hasta los tipos de diálogo. Hay un verdadero empeño por cuidar cada pequeño ingrediente. En cierto modo, tiene mucho de El último gran héroe, pero llevado al extremo.

Kung Fury

 

La textura no puede queda fuera. Toda la imagen tiene un filtro que lo asemeja al vídeo. Ya no es cuestión de imitar la filmación de la época, sino su reproducción, puesto que aquí no se apela al producto sino a nuestra experiencia. Tanto es así que se incluyen algunas distorsiones propias de un VHS demasiado usado. Algo como le que hizo Tarantino con Death Proof, reivindicar el cine como experiencia en un tiempo en el que se está perdiendo. Lo curioso es que Sandberg, especialista en efectos especiales, usa las técnicas más actuales de efectos digitales -para conseguir imposibles y para abaratar costes- pero al mismo tiempo consigue representar la fantasía de la época. Es como si consiguiera dibujar lo que nos hubiera gustado ver entonces. En cualquier caso, unos efectos especiales excepcionales, que aunque se apoyan en el tono kitsch para disimular carencias, consiguen algunos momentos formidables, como la larga pelea contra soldados nazis, con algunos golpes que parecen sacados del Mortal Kombat.

Más allá del gusto por el detalle y la parodia bien buscada, en Kung Fury no deja de haber momentos memorables (como “It's hacking time”), personajes únicos como Triceracop, o momentos extraños como el de la discusión sobre mostachos nazis. Grandiosa la imagen cómica del criminal más grande de todos los tiempos: Hitler. El Kung Führer que mezcla sus movimientos de artes marciales con los gestos de saludo nazi. Le interpreta con delirio, Jorma Taccone, un habitual de Saturday Night Live. Ojo al director, David Sandberg, que también es el protagonista, porque podríamos volver a oír hablar de él.

Kung Fury: Hitler 

Puede que esto solo sea una broma, una parodia, un tributo a la nostalgia, un talentoso juego de imitación. Cierto, pero también era eso The Artist y se llevó el Oscar.




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Carátula de la película Kung Fury

Kung Fury


Director: David Sandberg
Actores:
David Sandberg
Jorma Taccone
Leopold Nilsson
Steven Chew
 



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