Las 20 mejores películas de 2012

Como todos los años, aquí va mi repaso a las que considero las 20 mejores películas estrenadas en España en 2012. Una de las mejores cosechas de los últimos años. Muchas buenas películas quedan fuera de la lista.

1º Shame

La segunda película de Steve McQueen le confirma como uno de los directores clave a seguir. Implacable retrato de un adicto al sexo, con un ambiente que pesa sobre los hombros del espectador. Secuencias absorbentes y un enorme Michael Fassbender, que parece una bomba inestable a punto de estallar en cada plano. Un juego elegantísimo de colores y una banda sonora capaz de hundirte en la miseria en tu día más feliz. Todo funciona en esta película que no admite ni una concesión al espectador, jamás toma el camino fácil, y aún así, consigue montones de adeptos.




2º Holy Motors

La gran película de culto del año y la obra definitiva de Leos Carax. Un derroche de originalidad y una muestra más del inmenso talento artístico del inclasificable cineasta. En pleno disparate surrealista emergen las emociones más intensas. La tragedia, el amor, el sexo, la comedia. Transgresora y valiente hasta el último minuto. Una de esas historias con múltiples lecturas, sobre el cine, sobre la filosofía de vida, sobre la soledad, sobre el vacío interior. Denis Levant en un papel de lucimiento absoluto. Una estética bellísima, aunque a veces se mueva entre la fealdad.




3º Take Shelter

Es pronto para decirlo, pero creo que va a haber un antes y un después de esta película en el cine independiente. Un nuevo enfoque para los mismos temas. La vida de la clase media baja en la América profunda es un argumento demasiado manido. Jeff Nichols ha sabido entender la solidez del cine de género actual y ha convertido su obra en un híbrido asombrosamente armónico entre la fantasía y el hiperrealismo. Demuestra una capacidad portentosa para plasmar de forma visual, y aparentemente cotidiana, tanto un universo de ciencia ficción como los delirios de una mente trastornada. Todo ello entre cascos de obrero y paisajes destartalados.




4º Moonrise Kingdom

No voy a descubrir ahora la genialidad de Wes Anderson, ni mi absoluto fanatismo hacia su obra. La gran diferencia en esta última película es que se ha acercado más a otros espectadores con una historia más explícitamente tierna. La magia de ese primer amor, envuelta en la deliciosa composición musical de Desplat, y realizada con esa precisión milimétrica de los paneos marca de la casa y los encuadres artificiosos. El cuidado de cada plano es más palpable en cada una de sus películas. Si a todo eso le sumamos un repartazo tenemos una de las más incontestables películas del año.



5º Looper

¿Quién dijo que el cine de viajes en el tiempo ya no podía dar más de sí? Rian Johnson ha sabido reinventarlo, con un planteamiento original que en su desarrollo arrastra un poderosísimo componente dramático. Dilemas que en su esencia emocional nos son muy cercanos pero que en la película provienen de piruetas paradójicas. Todo barnizado con una estética de neo noir rural, y con una ciencia ficción futurista sucia, realista y muy diferente al estándar. Joseph Gordon Levitt inmenso, con una imitación sorprendente que se suma a su habitual magnetismo.




6º Los descendientes

Alexander Payne es uno de los autores con un estilo más personal para contar historias. Toma un argumento que es carne de película tonta para toda la familia y, sin embargo, el director la lleva a su terreno, explotando los puntos más atípicos y buscando un enfoque diferente. La camisa hawaiana nunca había sido tan poco festiva. Un drama divertido, contenido, diferente y, por supuesto, inteligente.




7º César debe morir

La idea no puede ser más sencilla: un grupo de presos interpretando una obra de Shakespeare. Y de ahí, la película no se mueve ni un ápice. Sin traicionar lo más mínimo su planteamiento nos regala algunas secuencias sobrecogedoras. Cargada con una ambigüedad afilada, en donde el texto continuamente tiene doble lectura y, en especial, la interpretación de estos actores sin experiencia.




8º Un amour de jeunesse

Mia Hansen Love expresa con una sinceridad casi autobiográfica el impacto de un amor de juventud que deja una marca indeleble. Para ello toma sin miedo influencias de lo mejor del cine francés, desde Rohmer hasta su propia pareja, Assayas. Un uso impecable de la banda sonora no original y un juego de metáforas con los objetos que enriquece una historia de amor agridulce.




9º Dredd

Sin duda, la película de serie B sin complejos más disfrutable del año. Toma la premisa de una película indonesia reciente, The Raid, y la lleva al apocalíptico mundo implacable del juez Dredd. Seca, directa, violenta. Entre Verhoeven y Carpenter, pero con algunos juegos visuales con mayores pretensiones artísticas. La genial banda sonora electrónica le aporta un extra de contundencia. Atención porque creo que va a envejecer muy bien.




10º De óxido y hueso

Una de las películas más intensas del año, dirigida por un Jacques Audiard que rueda con muchas ganas y que nos golpea con rabia, con violencia, con dolor interior que se expresa a través del dolor físico. Los dos protagonistas están verdaderamente brillantes. Y si bien el guión tiene algún punto negro, lo cierto es que nos regala una relación personal diferente, original y muy emotiva.

Hasta aquí el TOP 10, pero las otras diez también son muy interesantes:

11º Martha Marcy May Marlene

Al igual que Take Shelter, juega con un tono entre el cine de género, terror en este caso; la realidad trastornada y la vida de la América profunda. Cine independiente con una solidez formal elegantísima y un punto de vista fresco.


12º En la casa

Ozon nos presenta un juego de espejos narrativos ágil e inteligente, que nos permite reflexionar sobre la figura del espectador y su relación con la obra. Un guión brioso, con mucho ritmo y con muy mala leche, una mirada deliciosamente cínica hacia la clase media francesa.


13º Arrugas

Sorprendente aportación española al cine de animación. Si bien no es una maravilla estética, su guión es demoledor. Una de las películas más conmovedoras del año, de esas que no sólo te hacen llorar, también te hacen querer ser mejor persona.


14º De tu ventana a la mía

Siguiendo con el cine español, una pequeña película cargada de lirismo, dividida en tres historias convenientemente estilizadas, cada una a su modo. Delicada, desgarradora, compleja. Crea tres atmósferas distintas y muy afinadas. También un enorme trabajo de las actrices.


15º Kiseki

Koreeda no defrauda. Nos cuenta una entrañable historia de dos niños hermanos sin caer en la sensiblería como suele ser habitual en estos casos. También es un retrato de la sociedad japonesa y sus cambios.


16º Sueño y silencio

Jaime Rosales tan fiel a su inconformismo como siempre, nos golpea con una historia crudísima sobre la muerte. La apuesta formal es transgresora, pero lo es aún más su opción narrativa, donde los hitos dramáticos son esquivados. Con todo en contra, la película funciona.


17º Margaret

Podría calificarse de ópera urbana por su difícil equilibrio entre el realismo cotidiano y la tragedia y el efectismo dramático. Kenneth Lonergan es una especie de Woody Allen de gesto más serio, comparte su humor y algo de su mirada, pero el regusto es más amargo. Poderosa.


18º Los miserables

El gran musical. Un torrente de sentimientos desbocados, que gracias a la grabación en directo de la interpretación de los actores nos deja piezas sublimes para el recuerdo. Buena música, bien engarzada en una dirección con los excesos necesarios y sobre todo, brillantes intérpretes, con especial mención para Anne Hathaway.


19º [REC] 3 Génesis

Si la segunda entrega de la saga se había perdido por derroteros completamente equivocados, esta tercera consigue dar un giro, principalmente humorístico y afrontar con valentía un cambio radical en el planteamiento formal. Toda la secuencia del vídeo de boda es una genial parodia hiperrealista, el resto, una divertida dosis de cine gamberro.


20º Casa de tolerancia

Es una película de denuncia social, pero no necesita vestirse como tal. En su lugar, nos ofrece lo que a simple vista parece una estética cuidada, preciosista, bella. Poco a poco esta misma elección se va mostrando como una frialdad afilada que esconde un fondo doloroso. El plano final es todo un mazazo.