Los mejores directores de cada década


12 de Junio de 2009
por Iñaki Ortiz

Una década, un cineasta.

El objetivo de este documento es, no tanto hacer un listado de los mejores directores de la historia, sino de los más representativos de cada década. Ni que decir tiene que bajo el más subjetivo de los puntos de vista.

Los 40: Orson Welles

Para muchos, la mejor película de la historia del cine sigue siendo Ciudadano Kane (1941). Más allá de la calidad de su cine, la labor más importante de Welles es su ruptura estética y los avances en la utilización de la técnica. Aumentó la profundidad de campo, usando gran angular, para poder componer escenas más complejas, con elementos enfocados en distintos términos. Se valió de recursos psicológicos, como el contrapicado. Utilizó el sonido para suavizar las transiciones. En definitiva, cambió la manera de concebir el cine, y marcó no sólo la década sino todo el cine que vendría después.

 

Los 50: Alfred Hitchcock

No fueron los 50 la década que descubrió al mago del suspense, pero sí cuando realizó algunas de sus mejores películas, además del comienzo de su famosa serie de televisión Alfred Hitchcock presenta. Nada menos que once películas dirigió en esos diez años, entre las que podríamos destacar Extraños en un tren (1951), Crimen Perfecto (1954), La ventana indiscreta (1954), Vertigo (1958) y Con la muerte en los talones (1959), todas ellas clásicos reconocidos.

Hitchcock ha influido de manera evidente en el cine tal y como lo conocemos hoy, especialmente en el thriller. Más allá de las películas que ruedan abiertamente "al estilo Hitchcock" es difícil encontrar títulos del género que no usen los mecanismos ideados por el director y expuestos en el famoso libro de entrevistas de Truffaut. Sin duda, uno de los cineastas más importantes de la historia.

 

Los 60: Stanley Kubrick

Stanley Kubrick es uno de los directores más admirados unánimemente por la crítica. Su filmografía no es demasiado extensa, pero sus trabajos son, en general excelentes. Este ritmo moderado provoca que en un espacio de diez años no haya rodado demasiados títulos, sin embargo, podría ser uno de los más importantes realizadores de está década que, realmente no destacada demasiado por sus nombres propios, sino más bien por unas ciertas tendencias.

Repasando un poco los precedentes, Kubrick venía de rodar dos películas a finales de los 50 muy importantes para la historia del cine como son Atraco perfecto y Senderos de gloria, influencias clave en sus respectivos géneros. Comienza la década con la épica Espartaco (1960), un trabajo que no es del todo personal y con el que no quedará completamente contento, pero que será su primer verdadero gran éxito. Aunque esta película no es del todo el comienzo de la tendencia de películas de épica histórica, si es uno de los puntales que sostuvieron el éxito de este subgénero.

Pronto mostraría su gusto por la provocación con la irregular aunque interesante Lolita (1962). Más importante fue su siguiente película, la comedia política ¿Teléfono rojo? Volamos hacia moscú (1964), una crítica ácida a la guerra fría que supuso una innovación y un atrevimiento en comedia, que marcaría un nuevo estilo. Estas dos películas ofrecían una visión de un cine mucho más abierto y libre que el de los tiempos precedentes. Una característica clave en los años 60.

Pero sin lugar a dudas, su mayor influencia la consiguió con 2001, Una odisea en el espacio (1968), la que a día de hoy sigue siendo la película canónica acerca de los viajes espaciales y por extensión de la ciencia ficción en general. Para algunos la película más perfecta, por su concepción del cine como un medio audiovisual capaz de hacer uso de una narrativa muy diferenciada de la literatura.

 

Los 70: Francis Ford Coppola

Los 70 son la década del cine de autor por excelencia, y seguramente el más influyente de todos ellos durante aquellos años fue Francis Ford Coppola. No puede empezar mejor: en 1972 estrena El padrino, una de los clásicos más valorados de la historia. No hay película sobre la mafia que no le deba algo. El cine de gangsters está absolutamente influenciado por este director. Además, dos años después, estrenaría la segunda parte con la que demostraba que seguía en plena forma, volviendo a conseguir el favor de la crítica y el público. Ese mismo año, 1974 estrenaba La conversación, que se hizo con la palma de oro en Cannes y que demostraba un elegante control del lenguaje cinematográfico.

Para rematar la década, el megalómano director se planteó realizar la mejor película bélica hasta la fecha, y, sin temor a exagerar se puede decir que lo consiguió. Apocalypse Now (1979), mezclaba un espectáculo abrumador con una atmósfera viciada y un planteamiento intelectual. Una vez más, volvió a ser una influencia, y a veces para desgracia de otros, un punto de comparación. De forma directa lo era para el cine bélico, pero su potencia visual era un modelo para el cine en general.

Coppola consiguió como nadie el sueño de los 70, estrenó grandes éxitos de taquilla sin tener que renunciar un ápice a sus aspiraciones artísticas ni recurrir a concesiones no deseadas. Después, con los 80, las cosas cambiarían para todos.

 

Los 80: Steven Spielberg

Aunque ya en los setenta había rodado dos de sus películas más importantes (Tiburón y Encuntros en la tercera fase), la gran década del director más famoso de todos los tiempos fueron los 80. En aquellos años todos querían ser Steven Spielberg, y de hecho a algunos, el propio director se lo permitía desde su rol de productor (tanto o más influyente que como director). Quizá el caso más representativo sea Robert Zemeckis.

En 1981 Spielberg revienta la taquilla y redefine lo que va a ser el nuevo cine de aventuras y acción. Por supuesto estoy hablando de En busca del arca perdida, un perfecto equilibrio entre el homenaje al cine clásico y la innovación de género. Su estructura alejada del esquema clásico, orientada a continuos grandes clímax desde el comienzo, fue adoptada inmediatamente por todas las películas de acción y aventuras, así como su nuevo concepto del montaje. La vieja saga de Indiana Jones se desarrolla a lo largo de la década, marcando en su momento el camino a seguir para el cine de entretenimiento.

Pero tanto o más influyente es el estreno de E.T. el extraterrestre en 1982, reventando de nuevo la taquilla, provocando cientos de películas similares, casi siempre copias baratas, marcando de nuevo el estilo a seguir. Alternando con estas producciones de tremendo éxito, Spielberg continuó durante los 80 con sus proyectos más personales, como El color púrpura o El imperio del sol, moviéndose en un campo que desarrollaría con mejores resultados durante los 90.

 

Los 90: Quentin Tarantino

Las dos primeras y mejores películas de Tarantino pertenecen a la primera mitad de los 90. Reservoir Dogs (1992) y Pulp Fiction (1994). La primera no tuvo tanta repercusión mediática como la segunda, pero ya anunciaba una calidad y arrojaba un punto de vista totalmente diferente sobre un género tan clásico como es el cine negro. Sus propuestas eran revolucionarias y rápidamente consiguió el favor de gran parte del público y la rendición absoluta de casi toda la crítica.

Comenzó la moda Tarantino y a partir de ese momento todos los gangsters de los 90 mantenían diálogos triviales y la violencia se volvió más divertida que nunca. Su esquema fue copiado hasta la saciedad. Sus guiones ampliaron su universo, Amor a quemaropa, Asesinos Natos, Abierto hasta el amanecer, todas ellas películas muy menores, especialmente en comparación con sus dos primeros trabajos como director, pero continuaban definiendo las nuevas formas narrativas que se iban a imponer, o a absorber en varios géneros afines.

 

Los 00: Christopher Nolan

Su entrada fue deslumbrante. Aunque Memento fuera su segunda película, a efectos prácticos casi se puede considerar su ópera prima. La pirueta narrativa llamaba la atención más que los desórdenes controlados de Tarantino. Nolan dejaba claro desde el principio que era capaz de manejar con virtuosismo las estructuras.

En 2005 se estrena su reconversión del hombre murciélago: Batman Begins, con una importancia más allá de sí misma. Supuso el comienzo, sí, pero no sólo del justiciero nocturno sino también de una práctica que se ha repetido hasta la extenuación. Desde entonces, todo tipo de sagas, no necesariamente de superhéroes (pensemos en Bond o la reciente Star Trek) han sido reinventadas. Se trata de tomar una franquicia que se encuentre encallada, a poder ser una de carácter colorido y exagerado, y llevarla a un terreno más sobrio e intentar dotarla de calidad. Podríamos pensar en muchos ejemplos. La sobriedad general de esta década no proviene de Nolan, aunque sin duda ha sido uno de los responsables de su afianzamiento.

Siguiendo con la saga, el director nos ofreció una película aún mejor, El caballero oscuro, haciendo trizas la taquilla. Un nuevo enfoque para las adaptaciones de comic, que estaban saturando la oferta y era necesario una renovación. Y sobre todo, una reconciliación con la intensidad dramática que cada vez estaba más olvidada en el cine de género.

 

 

Como todas las listas, esta es muy discutible. Invito al lector a comentar en nuestro foro sus discrepancias con este texto. Nos vemos en Precriticas.




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