Se esperaba mucho de lo que Michelle Williams haga en la piel de Marilyn Monroe, en My week with Marilyn. Pero si hemos de ser sinceros, se esperaba mucho o bastante o muchísimo o la hostia santa de Alejandría en base, puramente, a la potentísima campaña promocional que nos vienen cascando en internet y medios tradicionales. Porque semana sí semana no va cayendo en la red un "nuevo póster", un "nuevas imágenes de Michelle Williams como Marilyn", o lo que toque. E ídem en las revistas; la chica ya ha pasado por varias portadas de relumbrón.
Que luego la película no funcionase del todo bien no era relevante. La Williams es buena, y el curro de transformación física ayuda lo suyo. Raro sería que entre zarandajas publicitarias y su propio talento no le caiga encima un saco con una tonelada de elogios. Y alguna que otra nominación, incluyendo la del eunuco de oro.
De momento la película se ha visto poco, pero se ha visto: En algún que otro festival de línea media (como el New York Film Festival, del que podéis ver el logo en la imagen de arriba), y parece que ha gustado. Pero sobre todo, claro, lo que decía: Es a ella a quien le caen más aplausos.
De momento, para verificar que esa transformación física tiene buena pinta, ahí va otro póster recién lanzado a la red: