Pineda: Están consiguiendo lo que querían

Leo a Sherlock y no quiero entrar en repeticiones. Sus reflexiones son las del sentido común, y no hay demasiada vuelta de hoja más que dar. Al menos para casi cualquiera, porque los miembros del Jurado parece que han preferido tirar por otro lado.

Más allá de la Rebollada y otros aspectos que Sherlock y Olmo, que han mamado más a fondo la Sección Oficial, pueden analizar mejor (o flipar más), me centro en el premio a Pablo Pineda.

¿Por qué? Porque veo ya en los telediarios que los sumarios abren con su imagen. Y noto, entiendo ahora, que han conseguido lo que buscaban. La película tendrá todo el mensaje buenrollista que queramos, pero es en verdad una trampa emocional a todas luces detectable. Una fábula imposible. Y basando un mensaje con una loable moraleja generalista en, paradójicamente, un protagonista que es pura excepción a la norma.

Sobre todo, Yo también va a ser un fenómeno social, y Pineda es el elemento que va a servir al film para ser portada, para hacer caja, para que el cine español levante cabeza. Ojo, también para que un producto que busca (torpemente, pero lo hace, oye) concienciar sobre el síndrome de Down pueda tener más repercusión. Pero pensemos: ¿la industria española para qué quiere este film? ¿Por qué tanto premio? ¿Por qué tantos minutos en tele, de repente? ¿Por qué tantos más que va a tener a partir de ahora? La taquilla va a ser más que interesante, veréis. Pero...

...¿se acordará alguien de Pineda, de la temática del film, dentro de dos años? ¿Alguien de la Industria? No. Pero ese dinero les servirá para estar en otras historias.

También, claro, hay más lecturas: Es el premio fácil, el que da lustre y portadas no sólo al film, sino al propio Festival. Es el buen rollo. Es el premio que (eso creían ellos) no se puede silbar. Pero se equivocaban; algunos no hemos tenido miedo de abuchear en la rueda de prensa. Igual que no tengo miedo de lanzar esta reflexión ahora.

Avisé en mi postcrítica de que Pineda era ya el gran candidato para el premio. Y ahora que se lo han dado no me quiero cargar de méritos, sino dejar clara mi opinión: Lo que este premio no es, es un premio de interpretación. Sí lo sería premiar a un actor por interpretar a un personaje con síndrome de Down. Pineda, en Yo también, está entrañable. Pero es él mismo.

En fin. Un cierre equivocadísimo para el Zinemaldi.