Terror, día 2: Los mejores cortos

Tres cortos para empezar el día, el primero es la maravilla de la síntesis, una gamberrada de extrema pureza, se llama Barbee Butcher, con un salvaje monstruo de plastilina. De lo mejor que hemos visto. La cosa va de Barbies, pues el siguiente es un corto francés llamado Barbie Girls, que tiene varios puntos buenos, aunque le sobran minutos. Nos deleita con la grotesca canción de Aqua, como no. El tercero es el de Nacho Vigalondo, Marisa, que decididamente no está a su nivel, simplemente es una pequeña tontería entretenida.

Después de los cortos, El samurái sin nombre, una película de animación corrientita que está destinada más bien al público infantil. El niño, su perro, el héroe y su caballo, el villano y todos los lugares comunes.  Una técnica correcta y un guión que nos lo sabemos de pe a pa. Resulta bastante lenta y aburrida. Lo dicho, para críos.

Sin apenas parar seguimos. Dread, un corto alargado cuya primera mitad es pura rutina y su segunda mitad es inaceptable aunque más divertida. No vale nada.

Tiempo para cenar y al lío otra vez. Nos proyectan dos cortos muy buenos. El primero, Arbeit Für Alle, una joyita alemana con mucha sorna y unas imágenes deliciosamente vulgares que emulan un reportaje de poca monta. Ironía en el contenido y en la forma. Por mí, puede ser el ganador. Touchdawn of the dead, otra gamberrada divertidísima, una demostración de que muchas veces la animación funciona mejor cuando se olvida de ser bonita.

Dos películas a continuación, un estreno y una reposición. El estreno es Grace, una película que traía cierto pedigrí y que ha resultado ser de peor calidad de lo esperado. No ha entrado nada bien al público de la semana que la ha masacrado con las habituales burlas, aunque yo rescato muchos aspectos positivos de la película. Es atrevida y muy icónica. Desde luego, ha dado bastante más juego que el resto.

Y se acaba la cosa con la reposición del primer largometraje del extravagante director francés, Luc Besson, El último combate. Una película en blanco y negro, sin diálogos, apocalíptica, bastante lograda, con el punto hortera y grotesco del director.

Los cortos y un nivel de entretenimiento mínimo salvan el día.