Musical despedida a Wojciech Kilar


30 de Diciembre de 2013
por David RL

Kilar

Creo que una de las cosas que más ayudó a que, en mi adolescencia, descubriera y sucumbiera al impacto de Drácula (versión Coppola) fue la garra y el talento que desbordaba su banda sonora, obra de Wojciech Kilar. Con el tiempo, le fui descubriendo en otras películas que quizá hayan trascendido menos, al menos como digo en cuanto al impacto de su trabajo, si bien hay varias de ellas que me gustan especialmente, curiosamente todas pertenecientes a películas de Roman Polanski.

Ahora que este maestro nos ha dejado con 81 años, no hay mayor alegría -con perdón- que comprobar que su legado artístico, en cambio, jamás desaparecerá. Y por ello, creo que es especialmente útil comenzar desde ya a recordar algunas de sus composiciones. Os dejo, primeramente, con el tema que Kilar enlaza con la confesión del personaje de Paulina (Sigourney Weaver) en La muerte y la doncella. Sencillo, sincero, emotivo, desgarrador, intenso desde una aplastante sutileza:  



Igualmente hermoso es la triste y lánguida tonada que acompaña el éxodo de miles y miles de judíos hacia el gueto de Varsovia, en El pianista:


 
Kilar demuestraba ser capaz de adaptarse a otros estilos destilando una fina ironía con la marcha que acompañaba las andanzas y averiguaciones del "detective de libros" Dean Corso (Johnny Depp) en La novena puerta:

 
 
Claro que donde de verdad destapaba la esencia, la marca de la casa, era con su tema principal, con la femenina voz del diablo, triunfante, en esta maravillosa Vocalise. Una preciosidad, una maravilla, una viguería; pone los pelos de punta:


 
Y turno de pasar a su obra más redonda, Drácula, de la que no puedo dejar de escoger varias piezas, comenzando por su brutal arranque, con el Conde declarando su odio eterno al Señor y vendiendo el alma a Satanás. Este arranque firmado por Coppola es, sencillamente, un pasote, pero es que la música de Kilar lo magnifica, lo supera. Si antes decía que el tema principal de La novena puerta pone los pelos de punta, no sé que debería decir ante el largo y sostenido crescendo final de esta pieza:


 
La segunda maravilla de esta banda sonora es, sin duda, el tema principal, el famoso Vampire hunters, sobran las palabras:


 
Una de mis debilidades en la música de Drácula es el demencial tramo que acompaña a la llegada del Conde a Inglaterra, tras atravesar todo tipo de tormentas a bordo del Demeter:


 
Y antes de ir con mi preferida, destacar el sonido embaucador, mágico y zíngaro de The brides, el canto de sirena con el que las "putas de Satanás" (como Van Helsing las llama) engatusan a Jonathan Harker:


 
Termino con, probablemente, la partitura más hermosa que haya escrito Kilar, que no es otra que todas aquellas notas que dedicó al amor inmortal del Conde y Mina Harker, de las que aquí escojo los cortes 13 y 14: Love eternal y Ascension, que os aconsejo escuchar seguidísimas. Amigos, amigas, esta música es pura emoción y esta emoción tiene un nombre corto pero eterno: AMOR.


 
Wojciech Kilar, descanse en paz. Su música es imperecedera.

 




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Tags: Wojciech Kilar, Roman Polanski, Francis Ford Coppola, Drácula



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