Steven Zaillian duerme, David Fincher vive y Rooney Mara trabaja

David Fincher cumple con su cometido, sacar adelante una película con escenas bien rodadas y llevadas a la gran pantalla intentando además no salirse demasiado del tiesto, creo que lo logra, creo que consigue transmitir en algunos momentos clave cierto tono de importancia del film, ecos de una novela que así lo remarca…

El guión va de más a menos, la adaptación sufre un revés cuando no se respetan ciertas líneas maestras en la parte final de la película. Una licencia poética que no ha gustado a los amantes de la novela originaria y que ha provocado que la película sueca se revalorice. El insulto a los hechos del final del film, con parches de nicotina aplicados a modo de rapidez no apoyan la opinión positiva generalizada del film. Aunque está claro que son libres de hacerlo…Steven Zaillian lo ha hecho mal y punto.

Los títulos de crédito merecen una reseña aparte. Una excelente ejecución, quizás demasiado buena para el tipo de historia, un thriller de tanto matiz y recorrido de personajes, y es porque está claramente dirigido hacia el personaje estrella (y mejorado en esta ocasión) del film, Lisbeth Salander. Sacarle el jugo ha provocado que se personalice tanto un elemento tan característico de una producción como los títulos más propios de el agente 007 o Batman entre otros…, a pesar de todo se agradecen.

Lisbeth Salander está claramente mejor interpretada y matizada por Rooney Mara. Los rostros, las miradas, los gestos, su forma de agarrarse a la vida con uñas es claramente una mejora que guía la película en todo momento sin, lo más importante, sacar de la cinta al periodista recatado y poco sexual de la película. Daniel Craig no se saca sus musculitos, es de agradecer. La tensión sexual que prometían los dos se ha quedado en nada, y eso hace que bajen las constantes vitales del film.

Aunque la película sueca era plana y sin golpes de intensidad además de pobre en alardes fílmicos de presupuesto, no se queda muy a la zaga de este film remake que aunque es levemente mejor, y digo levemente, lo es por Roony Mara y un director como David Fincher, no por conseguir hacer la película mejor ni más grata, ni más liviana, y esto debería de hacerles entender que no van por aquí los tiros. Con la segunda película no les va a funcionar igual.

No se puede vomitar como se vomita en esta película la clave y el por qué de manos del ser más buscado desde la primer segundo del film sin respetar ni por asomo una historia mucho mejor ya escrita. Este nuevo final no es mejor, y no lo es ni remotamente, es peor, y lo es claramente...